24 julio 2007



PRIMO - HERMANO

Ari cumpleaños un día antes que yo. Nos llevamos 7 años. Hacía demasiado que no lo veía.
Hoy es lo suficientemente grande como para llevarme a bares en Rishon y en Tel Aviv.
Es un pequeño gigante que me saca una cabeza, además de tener el físico de un jugador de handball con mucho futuro.
En este viaje entendí que Ari y yo somos muy distintos. El es un deportista, más bien tirando a vago en cualquier actividad intelectual y yo prácticamente todo lo contrario. Adora tener a su lado a una diosa que haga que todos se den vuelta a verla y yo prefiero una mujer de perfil bajo. Se viste a la moda mientras que yo soy un camaleón extravagante capaz de combinar un cargo camouflado con un sombrero bombín. Su celular no deja de sonar, pero no responde jamás un mail. Yo tengo síndrome de abstinencia si no estoy online y prefiero los teléfonos públicos. Ni hablar de música.
Así y todo Ari y yo, a 16 mil kilometros y con distancias temporales todavía peores, aprendimos unas cuantas cosas parecidas.
Ari y yo somos, en parte, el resultado de las decisiones de nuestros padres. Padres a los que enfrentamos para encontrar nuestro propio camino, abriéndonos paso. Padres que fueron enemigos siendo tan parecidos en algún punto.

Ari y yo teníamos guardado el mismo salmo como Talisman. Fue toda una sorpresa descubrirlo.
For He shall give His angels charge over thee, to keep thee in all thy ways. Psalm 91.
Dios enviará ángeles para cuidarte y protegerte en todos tus caminos. Salmo 91
Ninguno de los dos es religioso. Es más, somos bastante laicos. Yo ya no respeto ninguna mitzvah ni voy al templo.
Nunca supe porqué lo metí en mi billetera hace unos años. Ni sé de dónde salió.
Ari lo tiene colgado en su cuello.
Que él lo tenga junto a su cuerpo y yo en mi billetera es toda una señal de nuestros caminos.
In all thy ways. En todos tus caminos. En cualquiera de los caminos que elijas. Angeles para protegerte.
Ari hoy vive en Israel. Yo en Argentina. Tiene amigos que combaten en Líbano y en Gaza. Mis amigos no. Tienen otros conflictos menos sangrientos que resolver. No lo juzgo a Ari. No soy quién para hacerlo. El hoy ya elige y es feliz. Y yo también.
Nos propusimos vernos más seguido y espero que así sea.

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