my nervous system's all awry
I'm wearing the inside out
Pink Floyd - The Division Bell
O podria haber sido Ego Tripping at the Gates of Hell, de los Flaming Lips.
Been there, done that.
Las lyrics en ingles siempre son precisas. Pero la cabeza no soporta seguir pensando en ingles, porque el ingles nos pone en carriles demasiado maniqueos a la hora de abrirnos camino hacia la verdad que elegimos. Porque decir "I choose love" no me salva de la locura. Pero decir "sho-decido-amarla" es el ancla sonora perfecta en mi cerebro para no perder el equilibrio en esta porqueria de la existencia. Que, por otra parte, esta bastante bien la existencia, es lo suficientemente compleja y rica. El problema es dejar de tener miedo. Y solo podemos hacerlo con algunas cosas como tener pelotas, hacernos cargo de los caminos que elegimos y saber deshacerlos tambien, decir TE QUIERO cuando hace falta y cuando no por las dudas.
SOLO EL AMOR SALVARA AL MUNDO. Claro, el viejito con su bandoneon en el ramal Tigre seguramente trippeo con Psylocibe y lo entendio y por eso dedica su tiempo a tocar el bandoneon en el tren por monedas, voceando la misma consigna siempre entre tango y tango. Un dia tendria que sacarme las ganas y preguntarle hace cuanto toca el bandoneon en el tren y que lo llevo a hacerlo. Yo no estoy para tocar bandoneon en el tren, porque soy malo con los instrumentos. Y me tiran otras cosas. Pero lo de inspirar amor y confianza, eso esta bueno, y es sano.
Cualquier otra cosa es aventurarse al mundo de la locura.
La Religion, la Ideologia, cualquier trampa que te lleve a desconfiar permanentemente del otro y no de su rol, que te impida diferenciar el cacho de carne que tenes enfrente del lugar que ocupa en esta comedia berreta, de su capacidad de sufrir y disfrutar, es un pasaporte a la paranoia eterna.
Sho-decido-amarla
Sho-decido-amar.
Asi, en casteshano.
Amsterdam, Junio 17, 2007.
Etiquetas: Ensayo
publicadas por Niño Barroco @ 5:46 a. m.
1 Comentarios:
"La Religion, la Ideologia, cualquier trampa que te lleve a desconfiar permanentemente del otro y no de su rol..."
Quien desconfía permanentemente del otro es precisamente aquel que es incapaz de reflexionar críticamente sobre sí mismo y sobre el mundo. Aquel que por no confiar en su propia capacidad para tomar una postura cree que debe extender esa incapacidad a todos, y convertirla en virtud.
Al leerte (a vos y a unos cuantos) uno tiene la sensación de que acusás a quien sea que tenga una idea concreta y definida sobre cualquier cosa de no asumir esa incapacidad fundamental que según vos es infranqueable e inherente a todo ser humano. De no asumir una ignorancia y una impotencia que declarás obligatoria para todos sólo porque vos no podés superarla.
Pero resulta que la tuya también es una postura, fruto de tu reflexión; postura que sostenés una y otra vez negándote permanentemente a revisarla como si fuera la única verdad. Esa intransigencia que denunciás en otros vos la practicás cada día. No hay certeza que no califiques de "trampa", menos la tuya. Si hay algo sobre lo que no dudás jamás es precisamente de tu eterno apego a la duda.
Descalificar toda reflexión y toma de posición frente al mundo es una forma de preservar el mundo tal cual es, es abogar por la conservación de lo que hay, y por lo tanto jugar a favor del más fuerte.
Descalificar toda ideología es toda una ideología, la más intransigente y estéril de todas.
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